Look up and get lost

Look up and get lost

sábado, 26 de septiembre de 2015

Otoño



De nuevo tú, con tus cambios de humor, de color… Las hojas se caen danzando en un baile de vueltas infinitas, contentas y tristes al mismo tiempo. Color de lo marchito, de lo que acaba cuando creías que no había hecho más que empezar… El frío que cala lentamente en los brazos vacíos de los amantes olvidados o de los jamás conocidos. Color de mil atardeceres en todo el mundo, color del calor incipiente en las chimeneas, que entra sigilosamente haciéndose de rogar.

Otoño, feliz primavera marchita llena de melancolía… Una pareja, jóvenes deseos, millones de recuerdos, un “nuevo” amor de hace varios siglos, nuevas experiencias ahora ya adquiridas, mil momentos de felicidad, para recordar…

Cualquiera diría que estás triste, que te apagas por momentos, que te dejas caer y arrastrar, que te haces sentir cada vez más, que cuando implora el viento, te estremeces…

Pero yo sé que albergas la llama de lo cálido, de lo verdadero, de lo auténtico y que nunca se apaga, simplemente se hace más intenso o más tenue. Invitas a reflexionar, a rememorar buenos momentos que, sobre todo tú, conoces.

Ya puede llover, que a buenas o a malas lo vas a acoger… Las ramas se enternecen, absorben las gotas del llanto más fino o del más salvaje, levantándose el perfume de lo divino, embriagándome de ti…